Cuando hablamos de lactancia materna, todos sabemos que nos referimos al proceso por el cual la madre alimenta a su hijo recién nacido a través de sus senos que segregan leche inmediatamente después del parto. Pero sabemos, ¿cuál es su importancia? O ¿cuál es la composición de la leche?
La Organización Mundial de la Salud, establece dos periodos de lactancia teniendo en cuenta la edad del bebé, y recomienda que el niño se alimente de esta manera hasta los dos años, a saber:
Primer Período de Lactancia (De cero a seis meses):
En este periodo la leche materna será el único alimento del bebé, excepto si necesita algún tipo de suplemento vitamínico, es más tu bebe no necesitará tomar agua o cualquier otro líquido. De ahí la importancia de que respetes las necesidad de alimentación de tu bebé y no que lo amamantes con un horario establecido. Generalmente se dan entre 10 y 12 tomas diarias que duran entre 10 y 20 minutos.
A los largo del periodo la leche ira variando en relación a su composición y cantidad, adaptándose a las necesidades del recién nacido. Se denomina “calostro” a la leche materna que se producen durante los dos o tres primeros días tras el parto. Esta leche contiene una cantidad enorme de proteínas y minerales, la cual se irá reduciendo con el tiempo para darle lugar a aumentar el contenido graso y lactoso.
Segundo Periodo de Lactancia (Desde los seis meses en adelante):
A partir de los seis meses, el niño comenzará a incorporar gradualmente otros alimentos (frutas, verduras, carnes, cereales, etc.), pero esto no significa que dejes de amamantar a tu bebé. Su aporte es igual de necesario, por lo que se recomienda que realice entre 4 y 5 tomas diarias hasta los dos años.
Una vez pasado ese tiempo de recomendación, la madre puede seguir amamantando a su hijo todo el tiempo que desee. En el momento en que se decida llevar a cabo el destete, no se debe hacer de inmediato, sino que se tiene que reducir paulatinamente la frecuencia.
En casos de bebés prematuros, si bien el es pediatra quien determinará si el bebe, por su nivel de desarrollo, puede amamantarse, es muy importante que se alimente con leche materna, ya que previene enfermedades infecciosas en el recién nacido.
Las tomas de los bebés prematuros suelen ser más frecuentes de lo normal, y generalmente no succionan toda la leche que necesitan, por lo que es frecuente administrar posteriormente leche previamente extraída. En algunas ocasiones, esto lleva a que la madre deje de producir la cantidad de leche necesaria para su hijo.
¿Cómo se compone la Leche Materna?
La leche materna incluye todos los nutrientes que un recién nacido requiere hasta los seis meses de edad, por lo que será su único alimento. Los componentes principales de la leche materna son:
• Grasas: la cantidad que recibe el lactante varía a lo largo de la toma. La grasa se concentra especialmente al final de la toma y es importantes para el desarrollo neurológico del niño. Es importante destacar que a pesar de que el bebé esté en sobrepeso no predispone a la obesidad como enfermedad.
• Carbohidratos: El principal es la lactosa, cuya presencia es más alta que en otro tipo de leches y sirve como fuente de energía. Otros hidratos de carbono presentes en la leche materna son los oligosacáridos, importantes para combatir infecciones.
• Proteínas: La leche materna contiene una menor concentración de proteínas que la leche normal, lo cual la hace más adecuada para los lactantes.
• Vitaminas y minerales: La leche materna ofrece la cantidad adecuada de la mayoría de las vitaminas, a excepción de la vitamina D. Para esto, tu pediatra te recomendara que expongas a tu hijo a la luz del sol o te recetará el suplemento vitamínico adecuado.
• Factores bioactivos: ayuda a mantener la flora intestinal favorable por lo que los bebés amamantados presentan menos enfermedades intestinales, como puede ser diarrea, constipación, o cólicos.