
La llegada del frio, la humedad y la polinización son factores que pueden contribuir al riesgo de sufrir reacciones alérgicas, como la rinitis alérgica o incluso asma. Por eso, es imperioso tomar todas las precauciones necesarias para que los síntomas de la alergia de otoño no se conviertan en un auténtico problema para nuestra familia.
La alergia es una susceptibilidad especial de algunas personas que hace que su cuerpo responda de una forma exagerada a uno o varios elementos externos, y lo acompaña de una serie de reacciones físicas y químicas que son las responsables de los síntomas de la alergia.
¿Por qué aparecen las alergias de otoño?
• En el caso de los niños, la vuelta al cole, es un factor relevante. La alimentación en comedores escolares y/o los cumpleaños infantiles, son situaciones en que los más chiquitos comparten comida con sus compañeros, y de esta manera se exponen aún más a los alérgenos.
• Las bajas temperaturas: con el aumento de la calefacción en los hogares y la baja ventilación en el mismo, la humedad ambiental se incrementa produciendo un lugar perfecto para la proliferación de los ácaros del polvo.
• La relajación en la toma de la medicación de mantenimiento. La ausencia de síntomas durante el verano, el bienestar que ello supone y un mayor tiempo dedicado al ocio, puede suponer que olvidemos tomar la medicación necesaria, y que con la llegada del otoño la vuelta de los síntomas alérgicos sea más drástica.
• El moho, si bien es un problema que los alérgicos enfrentan todo el año, el aumento de la humedad ambiental puede facilitar su aparición en mayor medida.
Alergias típicas de Otoño
• Rinitis alérgica. Comúnmente la llamamos “aguita en la nariz”. Es una reacción de las membranas de la mucosa de la nariz después de una exposición a ciertos alérgenos, como el polvo o el polen.
• Asma predominantemente alérgica. Es secundaria a alérgenos como ácaros, pólenes, epitelios de animales, hongos, o alimentos. Es la clase de asma más frecuente.
• Alergias alimentarias. La alimentación fuera de casa, en especial para los más pequeños, puede ser la principal causa de estas alergias.
• Alergias a mascotas. De igual manera que en el caso de los ácaros y los hongos, el descenso de las temperaturas hace que permanezcamos más tiempo en casa, y que, por ello, sea más probable que aparezcan alergias a los epitelios de estos animales.
• Dermatitis atópica. El otoño en sí mismo no tiene por qué empeorar sus síntomas, pero el regreso a la ciudad después del verano, el uso de lana o el frío, entre otros factores, suele provocar que la dermatitis atópica vuelva a manifestarse de forma más aguda.
Recomendaciones para evitar las alergias de Otoño
• Mantener la vivienda ventilada y no hacer un uso excesivo de la calefacción.
• Cambiar los filtros de la calefacción y del aire acondicionado
• Evitar los peluches en las camas de los niños
• Evitar la exposición prolongada en zonas con árboles de hoja caduca u otras plantas cuyo periodo de polinización tiene lugar en otoño.
• Lavar las sabanas y fundas una vez por semana en agua caliente (50°C) y asegurar su correcto secado antes de guardarlas o volver a usarlas.
• Evitar la acumulación de hojas secas típicas del otoño en nuestro jardín y zonas exteriores.
• Dejar que el sol entre en el hogar, de esta manera disminuimos la humedad, principal factor de concentración de alérgenos.
Contacta con tu médico y solicita pruebas si sospechas que estás teniendo reacciones alérgicas ya que, aunque los síntomas puedan ser similares, no tienen por qué corresponderse con los de una alergia.